Vincenzo dedica su vida a la librería que posee en París ya su hija Albertine, obligada a quedarse en casa a causa de un accidente que le ocurrió unos años antes. Un día Yolande, una chica exuberante, excéntrica, divertida y hermosa, irrumpe en la tienda de Vincenzo. Encantado por su energía vital, el hombre vuelve a sentir emociones que ha estado reprimiendo durante demasiado tiempo y que le harán cuestionar su forma melancólica y un tanto suspendida de afrontar la vida.