La vida de Christine no ha sido fácil últimamente. Su rutina solitaria se divide entre las distribuciones gratuitas de los bancos de alimentos y vagar por las calles. En una fría noche de invierno, encuentra a Suli, un niño eritreo de 8 años, sollozando frente a su refugio. Christine entiende que está perdido y ha sido separado de su madre. Limitados por su condición marginal, se embarcan juntos en un viaje emocional para encontrar a la madre de Suli en el mundo subterráneo de París...